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Mini-Mal, en Bogotá, es un laboratorio cultural y un santuario para el espíritu. Su cocina fusiona sabores locales con creatividad. Más que un restaurante, es un sueño compartido, un refugio para el alma y el corazón. Además, su terraza pet-friendly acoge a nuestros amigos peludos.
* Parte de estas imágenes o información pueden haber sido obtenidas de la página web o redes sociales del establecimiento. Te recomendamos comunicarte directamente con ellos para obtener información actualizada.